Punto de fuga

Óleo sobre lienzo

60 x 70 cm

2022

Tomando como inspiración ‘Las dos Fridas’ de Frida Khalo, ‘Punto de fuga’ pone en escena un momento crítico de mi persona en el que honro, sostengo y agradezco mi pasado, pero lo dejo ir, fugándome de mi mismo.

En términos de dibujo arquitectónico, el punto de fuga es un sistema referencial de ejes que permiten el trazo del volumen y espacios de una construcción. En ese mismo tenor, yo soy ese volumen que se crea a partir del punto de fuga, el cual sustenta mi existencia y que, de no estar, yo no ‘sería’.

Asimismo, al trasladar este elemento al concepto metafórico, el punto de fuga es también el espacio-tiempo, a través del cual he crecido como individuo.

Por otro lado y desde una perspectiva literal/textual, el punto de fuga puede entenderse como el instante o lugar de evacuación. Como menciono anteriormente, el punto de fuga existe entre el Benito del pasado y el Benito del futuro, como limite eterno que separa a cada reino del tiempo, el uno del otro. Ese punto es el presente.

Vivir plenamente en el presente es una filosofía que integro por medio del cráneo azul que lleva tallado en sí la frase ‘Memento mori’, de los estoicos: “Memento mori, memento vivire. Recuerda que morirás, acuérdate de vivir.” Así busco la libertad de mi ser —la felicidad— en una constante evolución entre mi pasado tormentoso y mi futuro incierto. Al yo ser estas dos partes y no poder enajenarlas, ambos Benitos viven conectados por medio de un filamento azul, tal como las dos Fridas, por una sola arteria.

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